El nuevo modelo de convivencia urbana: los enclaves habitacionales auto-segregados en Managua
DOI:
https://doi.org/10.5377/arquitectura.v5i10.10558Palabras clave:
Segregación urbana, Urbanizaciones cerradas, ManaguaResumen
La investigación urbana en Latinoamérica ha identificado la existencia de nuevos modelos del espacio urbano en las ciudades de la región. Este modelo representa cambios en el patrón de segregación espacial, que en términos socio-habitacionales (o urbano-habitacional) implica que, aunque los grupos se encuentran en mayor proximidad física, están separados por muros o tecnologías de seguridad.
En Managua el modelo de crecimiento urbano ha seguido una lógica de dispersión de baja densidad que se expande hacia las áreas suburbanas. El patrón muestra una expansión a lo largo de los ejes viales radiales convertidos en ejes importantes de inversión para desarrollos habitacionales con un carácter muy marcado: las viviendas de la “clase alta” (Rodgers, 2006). El fenómeno de la segregación espacial toma mayor fuerza a partir de la década de 1990 y hoy una serie de proyectos habitacionales que se caracterizan por su carácter segregativo acentúan el proceso de urbanización “desordenado, discontinuo y desigual” (López, 2016, p.28).
Seguridad, control, gestión, son los aspectos más importantes sobre los cuales se perciben diferencias de estos espacios habitacionales en relación a la experiencia en la ciudad abierta, y por tanto se han convertido – tanto en su expresión físico-espacial, como en la social – en objeto de una evaluación diferencial, que deviene en una diferenciación de la experiencia urbana-habitacional.